Canabalismo politiquero y periodístico

Redactor: Juan Diego Castro Fernández

El canibalismo politiquero, es una de las mayores perversidades de los #partidoscorruptos y el principal factor de degeneración de la cultura política costarricense, que sumados a los embustes mediáticos de la #prensacanalla, permiten a la #castacodiciosa controlar la conciencia nacional, sostener la tiranía oscura y ancestral, esclavizar a la sociedad civil e impedir el desarrollo humano de nuestra población.

Los “líderes” de las pandillas electoreras, ahora mal llamadas partidos, han desarrollado el más ruin negocio del país, pagado por los contribuyentes.

Así disponen de miles y miles de millones del erario para engañar a los votantes, enriquecer a la #prensacanalla, pagar cientos de millones a un banquero, estafar al TSE, fomentar la ignorancia política e impedir el debate serio de los problemas nacionales y la búsqueda de soluciones correcta.

El canibalismo politiquero en los ultimas cuatro décadas ha  incendiado todas las campañas electorales, de muchas maneras. Es  el arma terrorífica al servicio de la #castacodiciosa,  con sus peones de la  prensa servil, como en estos pocos ejemplos:

– Uno de los ataques despiadados de La Nación  contra don Pepe, les valió un fallo judicial condenatorio.

– La infamia de La Nación de Jiménez de la Guardia, contra Daniel Oduber Quirós en 1966… “votar por Daniel es votar por Fidel”.  Por esta infamia La Nación fue condenada judicialmente y años después, otra vez, caso Oduber contra Zúñiga).

– El “caso Chemise” (1991 a 1993) dirigido por Manuel Lico Jménez, Ulibarri y Lafite, con la participación directa de los Arias.

– Por las  injuriosas publicaciones sobre las armas en mi contra, condenaron a La Nación y a tres periodistas convictos en 1998.

– La sucia maniobra de Teletica y Guillermo Fernández, con el fraude mediático contra José Miguel Corrales en 1998, para hacer presidente a Rodríguez.

– La canallada en mi contra -goebeliana y psicopática- desatada por el cancerbero de cuarenta y seis hocicos ladrando y babeando mentiras, en 2018.

– El descuartizamiento de Fabricio Alvarado que no se atrevió a desmentir a su gurú, sobre “La Negrita.”

– El paquete desinformativo por el “caso de acoso” contra el candidato Chaves.

El canibalismo interno de cada partido es tétrico:

* Un solo vistazo al PUSC y como defenestraron a Pedro Muñoz y exhibieron a Lineth.

* El Frente Amplio donde la dictadura de Merino Sucesores (Mora y Villalta) es intocable.

* El PAC, como se volaron a Mendoza y a Welmer.

* El canibal de los canibales… el PLN, donde los Arias, Álvarez Marín y Figueres se comen crudos y después se abrazan. Estos son como las lagartijas… se  muerden las colas, las mascan, las vomitan, pero  les vuelven a crecer… más largas.

La conclusión es tajante:

Los partidos políticos, como movimientos pensantes y promotores del desarrollado humano, desaparecieron con los Arias Sánchez en 1986. 

Ese inmerecido premio Nobel, repleto de vanidad egolátrica, fue el epitafio de los partidos políticos ideológicos, retumbando al caudillismo pedante y comprometido con la #castacanalla.

Los partidos políticos son una versión impune del crimen organizado y muy pronto desaparecerán, para abrir paso a la democracia  civil.

La democracia fue infectada por los mercachifles del bipartidismo, que cambiaron los líderes pensadores por publicistas y mercadólogos,  convirtiendo las elecciones en un ridículo carnaval, donde el canallismo periodístico  escoge al “rey feo”.

Los sistemas estatal y electoral están podridos. Solo falta que los botemos y contruyamos el derecho y estado costarricense del siglo 21.

Es la ley natural, lo corrupto dará paso a lo nuevo.

No hay marcha atrás.

 

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